La vida de una escritora es —de cara a la galería— muy solitaria. Mi cuñada me preguntaba hace poco cómo lo aguanto: eso de estar en casa todo el día sin tener apenas relación cara a cara con nadie, escribiendo, escribiendo y escribiendo. Yo lo que no sé es cómo lo aguanta ella, todo el día socializando. Pero no estoy aquí para hablar de mi cuñada, sino de mis amigos escritores.
Una de las cosas que no sabe mi cuñada (entre otras muchas) es que los escritores tenemos amigos que nos comprenden: amigos escritores. Por eso, el Celsius es tan estupendo, porque te permite hablar, hablar y hablar de libros y de literatura durante días con gente que, si no hubiera sido por internet, no habrías conocido jamás. Bendito internet.
Cuidado: cualquier cosa que digas puede ser usada en tu contra
No quiero decir con esto que los escritores no tengan defectos como amigos. Nada más lejos de la realidad. Puede pasarte —como a mí esta semana— que le cuentes una anécdota vergonzante a una amiga y que, cuando leas su novela, veas esa misma anécdota vivida por su personaje. Recuerda eso: si tienes amigos escritores, cualquier cosa que digas puede ser usada en una novela, quieras tú o no.
Los escritores son buenos oyentes. Tienen que serlo para poder usar todos los detalles de tu historia en sus libros (también porque se preocupan por ti y esas cosas). Siempre y cuando no le preguntes absolutamente nada acerca de su obra (porque entonces tendrás que ser tú el oyente). No hay nada peor ni más aburrido que dejar a un escritor hablar de su libro. (¿Os he contado que saco libro el día 24 de octubre?)
Si te ha pasado algo vergonzoso, como que has soñado que te acuestas con los gemelos esos canadienses que arreglan casas, no se lo cuentes a un escritor. No lo hagas o lo verás en una novela. Con un poco de suerte, es posible que no recuerde que la idea inicial partió de ti y no te dé las gracias por la anécdota en los agradecimientos, pero ¡ay de ti si lo recuerda!
Bueno, hay formas más dolorosas de alcanzar la inmortalidad.
¿Cuál es el mejor amigo de un escritor?
Hay gente que cuando le preguntas «¿cuál es el mejor amigo del escritor?» contesta que la Wikipedia o el Google Maps o el Wordreference. El mejor amigo de un escritor es otro escritor, aunque no lo creas, aunque se piense en rivalidades absurdas. Nadie te entenderá mejor que otro escritor, ni siquiera tu propia familia.
Entre los ejercicios personales que pongo a la gente cuando empiezan a trabajar para monetizar su blog, les digo que busquen sus debilidades y fortalezas. Una de mis fortalezas, sin lugar a dudas, son mis amigos escritores. Gente que me aporta cuando las curvas de la montaña rusa están abajo, que me tranquiliza cuando llega un revés y que me apoya cuando estoy encantada porque han vivido lo mismo y te comprenden al 100%.
Aunque a veces discutas por idioteces. Aunque a veces no te pongas de acuerdo en todo. Aunque no te pongas de acuerdo en nada más allá de estar ahí para el otro.
Una de las pocas ventajas que dan los años es saber reconocer qué merece la pena. Saber decir «adiós» y «no». ¡Qué palabras más sencillas y cuánto nos cuesta usarlas! Con los años y los reveses, las amistades se prueban de verdad, los amigos te salvan la vida en momentos duros y tú estás para ellos cuando lo necesitan, en una deuda feliz unos con otros por todo lo vivido.
Este post es solo para decir gracias a mis amigos escritores. Y a los que no lo son, pero sí son amigos en el amplio sentido de la palabra, con A mayúscula. Porque lo digo muy poco. Y la amistad es como la sopa: no hay que dejar que se enfríe.
Ay, Ana, qué entrada tan verdadera. Coincido contigo, eso de las rivalidades es una estupidez porque todos somos tan distintos que es imposible compararnos, cada uno tiene sus debilidades y sus fortalezas. Y que otro escritor te ayude con tus debilidades es un lujo que no todos tienen, sobre todo si se empeñan en eso de la rivalidad y los celos. Pero también es cierto lo que dices, que a veces hay que decir “no” y “adiós”, sobre todo cuando la relación se enquista o se envenena o no es lo que tú habías pensado. Pero tampoco hay que desanimarse y caer en la trampa de pensar que nadie nos conviene.
A veces, pocas y maravillosas veces, encuentras personas que merece la pena conservar a tu lado, compartir camino con ellos (y ya sabes que el camino del escritor es interminable) es tener la seguridad de que cuando te dejes caer en la linde, derrotada, sin poder dar un solo paso más de puro cansacio y desesperación, van a darte la mano, ponerte en pie y ofrecerte llevar un ratito tu mochila, hasta que vuelvas a estar en forma. Un abrazo, Amiga.
P.D.: Estar en desacuerdo es bueno, aprendes un montón de la diferencia de puntos de vista.
Me encantan estos post tan llenos de sentimientos.
Yo estoy más que agradecida con la oportunidad que he tenido de conocer gente gracias a tu grupo de El escritor emprendedor. Gracias a esos amigos escritores ya no soy la rara, tengo el apoyo que nadie me daba y he ganado autoconfianza.
¡Un brindis por los amigos escritores!
(Y si se puede desvirtualizar, mejor que mejor)
Eso, las desvirtualizaciones son necesarias 😀
Me ha encantado este artículo, Ana. Yo también tengo la suerte de tener amigos escritores a mi lado y la verdad es que me alegro por cada uno de sus pasos, de sus éxitos. Internet me ha permitido conocer a personas increíbles a las que voy poniendo cara cuando la ocasión se presenta: la MOLPEcon será una de esas ocasiones 😉 Un abrazo fuerte.
Eso espero :D. Me apetece que todos salgamos con la sensación de no solo haber aprovechado el tiempo sino de haber disfrutado de una reunión de amigos.
Gracias a ti Ana, por estar siempre ahí cuando te necesitamos con un buen consejo, cariño y cabeza fría 🙂 un abrazo grande.
Gracias a ti. Un besote.
Buenas Ana:
Muy cierto este post, que haría yo sin mis escritores navarros!!Y ya con ganas de desvirtualizaros a vosotros también, pero en nada lo consigo , voy a la molpe!!.Además estoy escribiendo fantasía juvenil así que con ganas de hablar contigo!En nada nos vemos .Un besazo!
En breve nos desvirtualizamos 😀
Qué entrada más sincera y hermosa.
Opino lo mismo 🙂
Un gran saludo, Ana.
Un besote,guapa
Cuánta razón tienes, Ana. Entre nosotros es más fácil hallar comprensión. Y también es una gozada poder tener contacto con tantos compañeros de pasión y profesión y la posibilidad de socializar que nos ofreces con grupos como El Escritor Emprendedor. Mil gracias.
A ti por enriquecerlo 😀
Creo que tienes mucha razón, Ana. Llevo un par de meses con un blog, disfrutarescribiendo.wordpress.com, y he escrito una novela (en manuscrito), pero ahora es cuando empiezo a notar que necesito hablar con otra gente que escribe. Quiero mucho a mis amigos y familia pero percibo que no acaban de entender esa necesidad que tengo de expresarme. Además, en mi círculo soy la única fan de la fantasía y siento que conectar con gente a través de internet y las redes sociales -a las que era muy reticente hasta hace bien poco-, me puede ayudar a llenar ese hueco. Además, si las fechas me lo permiten, quiero ir al próximo Celsius en Avilés. Creo que será una experiencia muy gratificante.
Y coincido contigo: Internet es una bendición, pues de otro modo estaríamos solos y solas en el tema de la escritura, no podríamos compartir nuestras vivencias con otras personas que escriben.
Besos.
Muy certeras tus palabras, la verdad es que es una vida solitaria, toda la vida escribí, desde niña, impulsada por una tía escritora y un tío poeta. Nunca me animé a publicar ni nada, finalmente armé mi blog y por ende empecé a usar twitter en donde estoy conociendo gente que me proponen temas y escritores como Laila R. sin saber que era la autora del libro que yo había leído un tiempito. Hoy justamente (soy de irme por las ramas) conocí una bloggera, Cami Aranfu, que propone retos en su blog invitando a otros escritores a unirse y compartir sus entradas, me pareció una idea fantástica. Entre escritores podemos ayudarnos mucho, apoyarnos, aprender del otro y eso definitivamente suma. Y lo mejor hablamos el mismo idioma por así decirlo, a veces el afuera no te comprende, ni la familia, el por qué tenemos esa necesidad de teclear todo el santo día. Gracias a la causalidad que me trajo hasta tu blog.
¡Que hermoso pensamiento!
La amistad y la compañía siempre deben de ir acompañadas de sobriedad y aprecio. Que bello que se aprecie como la deuda de lo vivido, púes cada uno le da de sus años al otro sin esperar recompensa, desde el corazón.
Un saludo 😀