Si me sigues desde hace tiempo, sabes que no leo terror. Pero las novelas de fantasmas juveniles no suelen dar miedo, todo lo contrario. Hay algo en ellas que me atrapa sin remedio. Puede que me haya quedado tocada después de ver Ghost, allá por los noventa.
O puede que la posibilidad de que existan no me parezca tan remota como la de otras cosas sobrenaturales y que me haga un pelín de ilusión que parte de una persona amada permanezca siempre viva, aunque sea invisible a cualquiera de nosotros.
Los libros de fantasmas para jóvenes van de los más oscuros e inquietantes hasta los más divertidos. He incluido mis lecturas favoritas esperando que pasen también a ser de las vuestras.
Constable & Toop, de Gareth P. Jones
Londres, 1884. Una misteriosa plaga hace que los fantasmas de Londres desaparezcan sin explicación. Sam Toop puede comunicarse con ellos, con lo que con la ayuda de un investigador del más allá y un fantasma rebelde, intenta luchar contra lo que sea que está haciendo que el equilibrio entre los dos mundos, el real y el más allá, se altere.
Esta novela, escrita por el ganador de un premio Blue Peter Book Award, me encantó y la reseñé con mucho más detalle aquí, por si quieres profundizar en ella.
La deriva, de José Antonio Cotrina
«El fin del mundo fue de un verde intenso, majestuoso, como si la realidad entera se transformara en esmeralda. Daniel lo vio llegar desde la ventana del salón abrazado a Sherlock, su gato. Pensó en lo hermoso que era solo un instante antes de que la explosión le tirara la fachada encima. Luego, cuando se despertó, llegaron las medusas, el polvo, los incendios, los remolinos de lluvia… y los fantasmas».
Esto es lo que pone en la sinopsis de La deriva, un libro muy original escrito por José Antonio Cotrina y que ya reseñé en el momento en el que salió, de la mano de SM, aquí.
Recuérdame por qué he muerto, de Chiki Fabregat
«Naim se resiste a admitir que está enamorado de Claudia. Ha pasado los últimos dieciséis años observándola y, casi sin querer, la quiere desde hace tiempo. El problema es que Naim también se ha pasado los últimos dieciséis años muerto. No es un fantasma, pero tampoco un ángel. Vive en un limbo gris, en compañía de otros suicidados (o «recos», como se llaman entre ellos) y de Ros, el ángel caído que vela por todos ellos.
Pero todo esto cambia cuando Claudia muere y lo pone todo patas arriba. Naim tendrá que enfrentarse a sí mismo y recordar por qué y cómo murió para salvar a Claudia…».
También soy fan de Chiki Fabregat. En el blog te he hablado de ella, aquí, con una novela que ganó el Gran Angular de Literatura juvenil, pero la que hoy te traigo a este recopilatorio es una novela diferente, un libro poético sobre un tema delicado: el suicidio.
El caballero fantasma, de Cornelia Funke
«Una emocionante novela basada en un personaje real que vivió en la Edad Media. William Longespee, hijo ilegítimo del rey Enrique II de Inglaterra, fue la primera persona en ser enterrada en la catedral de Salisbury.
Muchos siglos después regresa para protagonizar esta historia. Jon Whitcroft, de 11 años, está triste y en apuros porque lo han enviado a un internado en Salisbury. Nada de allí le gusta: lluvia, muros oscuros, angostos pasillos, rostros extraños y una habitación que tiene que compartir con dos compañeros. Pero Jon está lejos de sospechar que pronto estas serán sus menores preocupaciones.
En su sexta noche en el internado, aparecen de repente tres fantasmas al pie de la ventana de su habitación. Han venido a amenazarlo de muerte porque lleva el mismo apellido que el hombre que los asesinó. Su vida corre peligro y Jon está solo y asustado. Menos mal que está Ella, su única amiga en el internado y que tiene la solución: hay que pedir ayuda a un buen caballero. El problema es que ese caballero murió hace siglos…».
Quien lee literatura juvenil, tiene que conocer a Cornelia Funke. Suyas son las series de Corazón de tinta (llevada al cine) o Reckless, las dos bestsellers mundiales. Suyos son también los maravillosos El jinete del dragón o El señor de los ladrones. Todos muy recomendables. Hay que leer a Cornelia Funke. Pero este libro tiene una ambientación especial para los amantes de las historias de fantasmas. Casi puedes sentir el frío de las piedras del internado.
De profesión, fantasma, de H. Monteilhet
«Escocia, principios del siglo XX. John, un niño, entra por casualidad en un castillo. Decide quedarse allí esa noche para colarse en la despensa y marcharse al día siguiente, con cualquiera de las visitas. Lo que ignora es que el lugar solo se puede visitar los domingos y tendrá que pasar allí una semana entera. ¿Cómo sobrevivirá todo ese tiempo en este lóbrego lugar? Una novela divertida sobre la capacidad de adaptación y la superación de dificultades».
Esta novela se ha reeditado 52 veces. Eso dice mucho. También lo dice el que yo me la haya leído de adolescente y siga estando en el mercado. Divertida y amena, una historia de «fantasmas» que no lo son pero lo parecen.