El lector puramente lector ignora el trabajo que hay detrás de escribir un libro. Porque si lo supiera no existiría la piratería. La gente no puede ser tan mala.
El lector puramente lector (no olvidemos que los escritores también somos lectores) piensa que el escritor tiene un botón en plan on/off que, al apretarlo, vomita páginas y páginas de prosa maravillosa que nunca hay que revisar.
Imagina que, si pudiera dedicarle a la idea maravillosa que se le ha ocurrido cuatro o cinco horas al día, seguro que le saldría una novela maravillosa. No es raro que algún amigo te cuente que tiene una idea para una novela o el principio de una novela y que, cuando tú le preguntes de qué va, te describa el paisaje en el que ocurre todo. Pero que no haya un todo para ocurrir en ese paisaje.
Al principio, todos pensamos que escribir un libro está chupado.
Luego, llega un momento en el que el lector puramente lector se transforma en lector aspirante a escritor y se sienta frente al ordenador (o frente a lápiz y papel, que todavía los hay) y empieza a escribir.
Los primeros días con muchas ganas, llena páginas y páginas y no se para a ver si repite palabras, si las descripciones tienen verbos simples o son demasiado prolijas. Le da igual: describe hasta la esquina llena de telarañas de la cocina del protagonista.
Pero a medida que pasa el tiempo, la historia se atasca y recuerda que debería estar haciendo cualquier cosa mucho más urgente que escribir. Y la historia se queda ahí, cogiendo polvo en un cajón, porque retomarla es complicado.
Todos tenemos una historia en un cajón. Confiesa.
Y es que escribir una trama que tenga coherencia, estructura, conflicto y que, además de enganchar al lector, tenga un estilo agradable, no es fácil. Es más, a veces escribir un libro es una tortura. No me extraña que haya tanto escritor borracho.
Esto fue lo que me pasó a mí.
No lo de ser una escritora borracha (que también) sino lo de empezar miles de novelas y no terminar ninguna. O terminarlas pero como eran tan malas ahí siguen en un cajón.
Por eso me da pena cuando los herederos de un escritor muy famoso publican los escritos del cajón. Siempre pienso que los escritores estarán removiéndose en sus tumbas, los pobres.
Supongo que en gran medida es lo que le pasa a todos los lectores con aspiración a escritor. No lo de las tumbas (estoy espesa hoy), sino eso: no formarte para ser escritor, no tener disciplina, ni hábito. No creer que serás capaz de terminar esa historia.
Escribir es como el karaoke
Seguro que has visto al típico que se cree que canta bien en el karaoke. Escribir es igual. El escritor cree que escribe bien hasta que el editor lo baja a la tierra. Y entonces se da cuenta de todo lo que tiene todavía por aprender. Y además se da cuenta de que desafina.
Cuando corres una maratón, no lo haces de un día para otro. Te preparas cuidadosamente y durante mucho tiempo, vas entrenando los músculos y la resistencia. Hasta que llega el momento en el que estás preparado para darlo todo. El escritor empieza poco a poco. Primeras carreras que te sacan el aliento y que son poco agradables de contemplar, pero necesarias para que el hábito, el oído, la musicalidad de las palabras vayan calando en ti.
Llevo dos años —ya casi tres— siendo escritora a tiempo completo. Pero muchos, muchos más escribiendo. Cuando miro hacia atrás, al camino que he recorrido, no puedo evitar pensar en lo distintas que eran mis expectativas de lo que es en realidad.
Cuando alguien me cuenta que va a dejar su trabajo para escribir un libro, me asaltan los siete males por su inconsciencia de lector puramente lector que cree que todo es magia. Ya te conté aquí que un escritor vive de un catálogo.
Pero voy ahora al meollo de la pregunta: ¿cómo se escribe un libro?
Paso número 1
Tendrás que sentarte a escribir y tener una rutina de escritura. Que sí, que parece de Perogrullo, pero no sabes la de veces que me han dicho «si yo tuviera tiempo, también escribiría libros». Me dan ganas de responder: «sí, oiga, yo estoy todo el día tumbada en la hamaca». Cuando empecé a tomarme en serio como escritora —todo lo en serio que puedo tomarme, que no es demasiado— trabajaba como anestesista y tenía dos niños de seis y cuatro años. Sí, yo tampoco sé ahora de dónde sacaba el tiempo, pero lo sacaba. Una página al día son 365 páginas al año.
Paso número 2
Creer en ti y en que lo vas a conseguir. Un escritor tiene mucho de cabezota. Sobre todo, porque cuando acabas tu primer libro puede que a tus familiares y amigos les interese algo, pero ya el segundo se miran como diciendo: «si esta espera que le compremos un libro cada año, va lista». O peor aún «si esta espera que nos leamos un libro cada año, va lista».
Porque cuando terminas tu libro te das cuenta de que hay más escritores que hongos y que a nadie le importa un comino ese libro que tanto sudor y lágrimas te ha costado. Si no crees en ti entonces, es muy probable que tires la toalla.
Sin embargo, conforme pasa el tiempo, la mayoría de los escritores se avergüenzan de ese primer libro. Yo también. Una primera novela por definición es una mierda. Pero es una mierda que sustenta el resto.
Hay que empezar por algún sitio.
Y el momento es ahora.
Yo estoy con mi primera novela. Uff, espero que no sea una mierda.
Tienes razón en que la gente no se imagina lo duro que es esto y el trabajo que requiere. Pero hay algo que nos sostiene. Me siento afortunada de que sea así.
Yo tengo una en el cajón virtual, disco duro más bien. Nació de un NaNoWriMo que no terminé, pero fue el que más avancé y consideré que porque hubiese terminado noviembre, no pasaba nada y por mis ……. que la terminaba. Y así ocurrió, un mes después la consideré terminada.
Y ahí está. No me atrevo a leerla porque, si antes de comenzar a formarme ya me chirriaban cosas, ahora ni te cuento. Su título provisional es Ventiscar. Pero vete a saber si la retomo y la reviso o incluso, la reescribo.
Saludetes.
Tú vete a por la siguiente. Tomátela como ejercicio y sigue escribiendo.
Yo estoy con mi primera novela también. No digo que no vaya a ser una mierda pero lo estoy disfrutando como si me alimentase de ambrosía. Por suerte o por desgracia, la reviso muchísimo antes de acabar un solo capítulo. Total, de momento, no tengo ninguna prisa, aunque sí que tengo pequeños deadlines y cuando ya no sé qué corregir, se lo paso a una amiga de confianza que también sabe algo del tema. De todos modos, sé que me queda mucho camino por recorrer. Y solo pienso en que ojalá que sí pueda recorrerlo. Ni que sea por cabezonería.
Es que si no caminamos, nos quedamos siempre en el mismo sitio. Mucho ánimo 😀
Creo que tienes toda la razón del mundo con lo que dices del tiempo; querer es poder. A mí gusta escribir, pero por ahora no me veo escribiendo un libro, me falta disciplina a la hora de escribir y, por supuesto, una idea interesante para una buena historia. 😉
Gracias por la entrada. Me ha gustado.
Besos!
Sin duda es muy cierto todo lo que dices. Mis primeros escritos fueron tan malos que los eché a la basura de manera literal y voluntaria, tengo un número indeterminado de historias y un par de novelas sin concluir, unas cuantas historias incluyendo una novela en el baúl por malas. Además, mi primer intento de publicación (una novelette) fue un fiasco y en retrospectiva menos mal porque una página a la que se la envié para buscar reseñas me lo rebotó diciendo que la narrativa era intragable, terminé un primer borrador de novela y de cinco lectores betas solo uno lo terminó y me dijo que mis personajes eran malos, planos y olvidables así como también que mis diálogos eran pésimos y hasta forzados (al menos reconoció que mi sistema de magia, el mundo que creé y la trama eran interesantes y que no veía incoherencias), con mi segunda novela terminada (en realidad se podría decir que es la primera completa), recibí comentarios positivos y aunque me dijeron que los personajes se parecían al menos eran diferenciables y aceptables, y que si bien pecaba de contemplador y la historia tardaba en arrancar una lectora me dijo “es ideal para adaptación cinematográfica”, esta historia la envié a una editorial y me quedé esperando, así que la mandaré a Wattpad, tengo mas esperanzas en esta última que acabo de terminar. En fin, el camino es largo y hay que ir poco a poco sin rendirse.
Te recomiendo que contrates una lectura cero profesional. Te puede ayudar mucho a mejorar.