Cada mes envío una newsletter a los suscriptores en la que resumo las novedades literarias y blogosféricas sobre fantasía juvenil y comedia romántica, los géneros que escribo y siempre les hago una pregunta. Entre los que me respondan, sorteo un libro de los que reseño. Soy así de maja.
Hace unos meses, pregunté a mis suscriptores algo que originó un aluvión de respuestas:
¿qué novela de fantasía juvenil recomendarías a un adolescente de 14 años que lo único que ha leído de fantasía juvenil es Harry Potter?
Hace ya algún tiempo, también, vista la cantidad de mails que llegaban a mi correo con esta consulta, te recogí en este vídeo del canal varios libros de escuelas de magos para lectores de Harry Potter.
Pero vamos a ver las contestaciones porque —a pesar de que muchos libros se repetían (buena cosa, porque eso quiere decir que la elección es adecuada)— tienen miga:
La historia interminable, de Michael Ende
Por supuesto, mi libro favorito, del que te he hablado ya en este blog porque soy así de pesada (aquí, de la noche en la que lo leí y aquí, de mi punto de vista como escritora), no podía faltar en estas recomendaciones. Es un libro fascinante, increíblemente bien escrito, con una maravilla de sistema de magia y unos personajes redondos que han marcado a toda una generación (os recuerdo que hay un grupo de música llamado Vetusta Morla y otro llamado Auryn).
El ciclo de la luna roja, de José Antonio Cotrina
Una trilogía que se vuelve ahora tetralogía con la publicación de Coda. Desde mi punto de vista, una obra cumbre de la fantasía juvenil española. Si Jose Antonio Cotrina en vez de haber nacido en Vitoria, lo hubiera hecho en Nueva York, esto ya tendría película de cine. Te hablé de esta trilogía cuando se reeditó la última versión, aquí. Pero si no la has leído, te advierto: Rocaravancolia cambiará tu vida para siempre.
Guardianes de la ciudadela, de Laura Gallego
Una lista de fantasía juvenil en la que no esté Laura Gallego no está completa. Laura Gallego abrió las puertas a muchos escritores en castellano que escribían este género gracias al inmenso éxito que tuvo en su momento la trilogía de Memorias de Idhún. En este blog te he hablado de ella por un libro que me encantó: Todas las hadas del reino. Y, aunque todavía no he terminado de leer esta saga, el primer libro —El bestiario de Axlin— lo devoré en menos de dos días. Monstruos, aventuras, misterio en un worldbuilding muy original. Y con unos protagonistas… ainsss.
Los dioses del norte, de Jara Santamaría
Jara Santamaría une en esta saga con acierto magistral las leyendas del norte de España —la mitología vasconavarra que hizo famosa Dolores Redondo con su trilogía del Baztán— con la fantasía juvenil. Igual que en el anterior, me leí-devoré el primero. De hecho, se propuso en su momento para el Premio Azagal de literatura juvenil, en el que participo como jurado, pero aún no he tenido el momento para hincarle el diente a las dos entregas siguientes (que ya están disponibles) y que esperan en la lista de pendientes.
La Tierra de las historias, de Chris Colfer
Lo bueno (lo malo para tu bolsillo) de que tus lectores te recomienden libros es que te puede pasar, como ocurre en este caso, que no lo hayas leído. Esta saga de Chris Colfer tiene nada más y nada menos que seis libros y va a ser llevada al cine (porque su autor no nació en Vitoria). Yo no la he leído pero las críticas que he visto son alucinantes y es uno más que se apunta a la lista de pendientes.
Bartimeo, de Jonathan Stroud
Nathaniel, un mago joven, invoca a un genio —un jinn, en realidad— de 5000 años de edad, llamado Bartimeo. Uno de esos personajes gamberros de la fantasía juvenil del que es imposible no enamorarse. La tetralogía tiene una mezcla de humor, elegancia y maravilloso worldbuilding de telón de fondo que la hace inmensamente recomendable.
La segunda revolución, de Costa Alcalá
Ya os dije en este artículo por qué había que leer esta trilogía. Así que no voy a repetirme. Pero sí, leedla. Me dice el lector que la recomienda que es «una trilogía con una trama absorbente y personajes variados e inclusivos, profunda y, a la vez, fácil de leer».
Como ves, salvo el primero son todo sagas. Pero los libros de fantasía juvenil autoconclusivos existen.