La literatura fantástica es un género de géneros. Podemos encontrar lectores que adoran la fantasía juvenil y otros que la detestan y, en cambio, abrazan sin disimulos la grimdark. Y es que la literatura fantástica es un género que tiene cabida para todo tipo de lectores. ¿No te lo crees? Vamos a recorrer su abecedario (si quieres ver los libros en Amazon, clica en las imágenes)
Hay un subgénero de literatura fantástica casi para cada letra. La fantasía puede ser…
Alegórica
Tiene un propósito diferente al de simplemente contar una historia. Es una metáfora hecha novela o relato con un simbolismo determinado o un mensaje oculto. Un ejemplo muy claro es el de Rebelión en la granja, de George Orwell.
La novela escrita por Orwell es una sátira de lo que ocurría en el contexto político en la que fue escrita (a principios de 1944, en plena Segunda Guerra Mundial). En ella, el escritor usa a los animales de una granja que deciden rebelarse contra el granjero para elaborar discursos de libertad e igualdad que son muy bonitos en el papel, pero que cuando empiezan a usarse en un sistema político se corrompen.
A través de la fantasía alegórica, Orwell cuenta cómo la Revolución Rusa, que empezó con principios de defensa de los trabadores y lucha contra las desigualdades sociales con la voz de Lenin (que encarna el Viejo Mayor, un cerdo muy sabio) se corrompe por el abuso de poder de Stalin (que es comparable a Napoleón, otro de los cerdos, cuyo nombre no creo que sea casual).
Bangsian
Llamada así por John Kendrick Bangs, es un tipo de fantasía que une personajes literarios o históricos con su más allá. Aparte de las obras de Bangs que, lógicamente, tiene varias dentro de este subgénero, podríamos englobar aquí La divina comedia de Dante Aliguieri.
Uno de los libros más famosos de Bangs es La máquina de escribir, novela en la que el escritor advierte el sonido de una máquina de escribir por la noche en su biblioteca y, asombradísimo, descubre que le escriben desde el infierno. Y no lo hace una sola persona: Carlos I, el barón de Munchaussen o el mismo Shakespeare (que afirma no haber escrito nada de lo que se le imputa) son interlocutores del narrador.
Desgraciadamente no he encontrado versión traducida del libro (y está en inglés).
Épica o heroica
¿Ambientación medieval? ¿Fuerte componente mágico? ¿Criaturas insólitas? Estamos dentro del mundo de la Fantasía Épica cuyo mayor exponente es Tolkien con El Señor de los Anillos. En España, es ejemplo de este tipo de subgénero La piedad del Primero, de Pablo Bueno (una trilogía de lo más recomendable, cuyo primer tomo fue una de los primeras vídeo-reseñas del canal (ay, cómo se nota)).
La fantasía épica o heroica sigue los pasos del viaje del héroe a rajatabla, aunque como vemos en este episodio del podcast también pueden estar presentes en otros subgéneros (y en realidad en cualquier tipo de historia).
Dentro de la heroica, podemos ver un pequeño conjunto que es la política en la que el protagonista se ve envuelto quiera o no en tejemanejes políticos que condicionan toda la historia. Son ejemplos de este subgénero Canción de hielo y fuego, de George R.R. Martin o Mi alma por mi rey, de Virginia Pérez de la Puente.
Futurista o Space Opera
El Space-Opera (subgénero al que pertenece Star Wars y que es el causante de miles de discusiones sobre si es fantasía o ciencia-ficción) es un tipo de historia que utiliza descaradamente los elementos fantásticos mezclándolos con tecnología. Se diferencia de la ciencia-ficción en que existe un elemento mágico no explicable por la ciencia: la Fuerza. Aún así no queda claro si se trata de un género de fantasía o de ciencia-ficción, podríamos decir que es el límite entre ambos, la adaptación de las antiguas historias de aventuras a un mundo futuro en las que la pistola y el caballo se reemplazan por sables láser y naves espaciales.
Grimdark
La fantasía grimdark se regodea en la inmundicia del mundo. Violencia, sexo, sangre y despojos salpican sus páginas sin ningún cortapisas. El mayor representante de esta corriente en el mundillo editorial actual es Joe Abercrombie, cuya trilogía del Mar Quebrado—supuestamente juvenil— es tan grimdark que es imposible que cumpla los criterios de fantasía juvenil.
Humorística o absurda
Mezcla comedia y fantasía en dosis perfectas. El genio indudable del subgénero fantástico humorístico era Terry Pratchett y cualquiera de sus libros de Mundodisco sirve como ejemplo, aunque mi favorito es, sin duda, Mort en el que la Muerte decide tomarse unas vacaciones y deja a cargo de su trabajo a un aprendiz muy poco capacitado.
También reseñé hace muy poco la novela Ríos de Londres, de Ben Aaronovitch, que es otra muestra de este subgénero de la fantasía.
En España, hay una amplia cantera de escritores de fantasía humorística: Abel Atmuxategui y su maravilloso Su muerte, gracias; Sergio Morán, con las entregas de la detective Parabellum o Pablo García Maeso con su Sopa de elegidos. Los tres han sido compañeros de antología conmigo en el recién salido del horno Haberlas Haylas, que se engloba también en la fantasía absurda.
Juvenil
Los protagonistas son jóvenes y está escrita para un público joven. Si quieres saber más sobre cuál es la diferencia entre literatura fantástica juvenil y adulta, te lo explico en este artículo. Luego, dentro de la propia juvenil hay más divisiones: está la middle-grade, la young adult y la new adult, que también te he explicado en el blog.
Son ejemplos de este subgénero los archiconocidos Harry Potter de JK Rowling o La historia interminable, de Michael Ende (ya te conté la historia de la noche en la que la leí). En nuestro país, hay una cantera inmensa de escritores de literatura fantástica juvenil, no tienes más que hacer un repaso por las reseñas de este blog, pero hoy me voy a ir a la última trilogía del género que terminé: La segunda revolución.
Y por supuesto, mis novelas de fantasía: la última es esta que sale en el booktrailer, con esa portada preciosísima de Libertad Delgado.
Mundana
Es una historia en la que en un mundo real hay elementos fantásticos que nadie explica. El ejemplo ideal para que lo entiendas es Los teleñecos. A ninguno de los humanos le extraña ver a una rana de felpa gritando al lado suyo. No se explica por qué están ahí ni el worldbuilding sino que está ahí y punto.
Oscura
Combina elementos de terror con la fantasía. En España, hay escritores que la bordan, entre ellos David Lozano, con la trilogía La puerta oscura o como José Antonio Cotrina con su Ciclo de la Luna roja. Las dos trilogías que son hiperrecomendables.
Dentro de la oscura, hay un pequeño apartado para la vampírica. Un maravilloso ejemplo de este subgénero es Drácula, de Bram Stoker (que diseccionaba Jaume Vicent en su blog en este artículo sin pelos en la lengua). Otro ejemplo no tan maravilloso es Crepúsculo, de Stephanie Meyer. En el campo patrio, tenemos unos vampiros algo especiales que cabalgan entre Literatura Pulp y Fantasía, que son los protagonistas de OCCULT vs el Reich Secreto
Realismo mágico
Es un subgénero que se esfuerza por dar verosimilitud a lo fantástico. Es curioso como a veces los prejuicios hacen de las suyas y lectores que despotrican del género fantástico, devoran a García Márquez o a Laura Esquivel. Cien años de soledad o Como agua para chocolate son dos ejemplos de este subgénero.
Si quieres saber más de realismo mágico, no te pierdas este artículo donde lo explica Esther Magar con mucha más profundidad (y su blog, que es de este género).
Steampunk o fantasía victoriana
Se llama así a un género que usa elementos tecnológicos y fantásticos en la edad victoriana, aderezado todo por filosofía punk: un punto de vista antisistema. Son ejemplos de este género la trilogía victoriana de Félix J. Palma, que empieza con El mapa del tiempo; la aclamada obra de Jesús Cañadas Las tres muertes de Fermín Salvochea o la maravillosa middle-grade de Ledicia Costas La balada de los unicornios (que reseñé aquí para Libros Prohibidos).
Urbana
Situada en el mundo real y en la actualidad, agrupa todas aquellas historias que ocurren teniendo como escenario la ciudad. Harry Dresden , de Jim Butcher es un personaje que cabalga entre la novela negra y la fantástica siendo un claro exponente de lo que es la fantasía urbana. Más en la literatura española, la novela de Laura Gallego Cuando me veas, en la que una adolescente descubre que puede hacerse invisible es un ejemplo claro de fantasía urbana.
Está claro que los subgéneros no son compartimentos estancos y que una obra puede ser al mismo tiempo middle-grade y steampunk o juvenil y fantasía oscura. La mezcla enriquece el género, incluso si mezclamos con otros géneros como la policiaca o la romántica.